Las sesiones con niños siempre tienen algo especial y esta no iba a ser menos. La primera impresión fué la de un niño tímido. Nada más lejos de la realidad. Descubrí a Oihan, un niño con un descaro y simpatía delante de la cámara poco común en un peque de su edad. Gracias a Ana su Amatxo por su tranquilidad y simpatía. Un abrazo, Familia.


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